Mantener la calma y no ser brusco y reforzar de forma positiva aprovechando su curiosidad innata. Déjale que observe, que huela,que se relaje,que decida cuando él descansa, que esté tranquilo.
Observar su lenguaje corporal y aprovechar las horas de los paseos,establecidos y de vez en cuando una sorpresa.
Crea un ambiente acogedor en tu casa poniendo un lugar de calma que le sirva de recogida ante un ruido extraño o esté nervioso y así tenga donde poder ir.
Para ese reforzamiento positivo utiliza comida o juguetes. La comida en trocitos pequeñitos para no correr el riesgo de engordar al perro.
Si es necesario puedes utilizar también feromonas.
Y siempre paciencia, constancia, empatia, comprension, cariño.
En los juegos procura que no se excite demasiado y sean juegos agradables en los que tenga energía pero si llega a un momento que esté muy nervioso, intentar volver a la calma.
Ocupa siempre su cerebro con tareas a resolver y juegos de inteligencia.
Manten siempre ese vínculo activo que se ira engrandeciendo y afianzando con el tiempo.