El aprendizaje debe ser continuo. Además a ellos les gusta aprender. No se debe pensar que una vez aprendido algo es para siempre y que solo hay una edad para aprender. Están aprendiendo siempre. De hecho, muchas veces sin darnos cuenta reforzamos sus conductas.
Aprenden según crecen. Por eso es importante ir corrigiendo de forma agradable y positiva conductas que pueden aprender mal. Aprende observando. Aprenden con nosotros. Por eso deben estar a nuestro lado en nuestra vida diaria.
Sobre todo con los perros adoptados debemos ser muy cuidadosos. Desconocemos mucho su pasado. Hay que educarles con cariño.
El nivel más básico en la educación de un perro se basa en la COMUNICACIÓN. Transmitir las instrucciones o mejor las peticiones con éxito responderá comprendiendo y obedeciendo. Se sentirá más seguro si aprendemos a comunicarnos con él.
Hay que motivarle ello implica recompensas. Premios comestibles de tamaños pequeños como el de una arveja, alabanzas y caricias. Juguetes favoritos o juegos. Cada vez que se entregue un premio acompañarlo de una felicitación verbal. «Muy bien», «Buen perro» en tono alegre y positivo.
Dedica un tiempo todos los días. Te lo agradecerá y lo agradecerás.