Una prueba de que tener un perro es una responsabilidad es que ellos también enferman. Y hay que ser consciente de sus enfermedades y cuidarlos. Es un factor a considerar para evitad abandonos.
Si no le vacunas puede contraer la tos de las perreras (bordetella) o la borreliosis de Lyme, parvovirosis, mijillo, rabia…
Pueden tener alergias. Al igual que los humanos pueden tener alergias alimentarias y cutáneas. Bañarlo muy a menudo no es nada bueno.
Las pulgas provocan alergias, anemia e incluso transmitir la tenia o solitaria.
Las garrapatas ocasionan la enfermedad de Lyme, fiebre de las Rocosas, babesiosis (alteración en la sangre).
Gusano del corazón (dirofilariasis canina), lombrices intestinales por lo que hay que desparasitar. Esto es importante para ellos y para nosotros.
Infecciones de oído producidas por ácaros.
Problemas en los ojos como cataratas, ojos de cereza, síndrome del ojo seco o queratoconjuntivitis seca, glaucoma, atrofia progresiva de la retina, degeneración de la retina.
Displasia de cadera Algunas razas más propensas que otras.
Hipoglucemia, más en razas pequeñas. Hipotiroidismo, diabetes, obesidad…
Enfermedades autoinmunes, como la anemia inmunohemolítica, lupus sistémico eritematoso, tiroides autoinmune.
Cáncer, sobre todo a partir de los diez años. El más común la mastitis.
Y también enfermedades mentales como la depresión, fobias y otros desordenes de ansiedad, como ansiedad por separación, estrés postraumático, trastorno obsesivo compulsivo, disonancia cognitiva.
Piensa en cuidarlo como es debido. Asumir el problema que tenga y llevarlo con paciencia, comprensión y cariño. Es tu responsabilidad.