¿Te has fijado en dónde y cómo le das de comer a tu perro?
Pues para facilitar su digestión una de las cosas importantes es la altura del comedero. Tiene que quedar a la altura del codo del perro o medir desde el suelo a omóplato y restar 15cm.
La mayoría de los comederos se colocan directamente en el suelo. Un Teckel llegará antes pero un galgo o un dogo le provocará una postura forzada que puede provocar problemas de salud.
Parece una bobada pero puede producir artrosis prematura, malas digestiones, malestar y presión en el cuello.
Un cuenco a su altura,sobre todo en perros de edad avanzada, problemas de artrosis, cervicales e incluso falta de alguna extremidad, ayuda, ya que la boca, el esófago y el estómago están alineados. Evitaremos problemas de regurgitación y neumonía y ayudaremos a los perros con mesoesofago (dilatación de esófago que dificulta la llegada de la comida al estómago). De hecho parte del tratamiento de esta dolencia es un cuenco alto.
Además de los beneficios anteriores, mejora la postura y hace una ingesta más lenta. Los perros no se tumban (es diferente si están mordiendo algo. Eso es entretenimiento).La zona de la comida está más limpia y los cachorros no pueden jugar con el comedero.
Elige uno que sea regulable, metálico y no pongas agua junto con la comida, para evitar que se manche el agua.
Si tienes uno y lo quieres hacer alto, puedes hacer uno con una mesita o silla o de bricolaje.
Y por supuesto, colócalo en un lugar tranquilo y sin corrientes. Y tener en cuenta la longitud de sus orejas. Para ellos es otro beneficio.