Primero. Cuando no queramos una conducta hay que corregirla desde el principio.

A nadie nos gusta estar preparados para salir y que se tire encima estropeando la ropa. Tampoco que del empujón, sobre todo un perro grande y con fuerza te tire al suelo. Y puede hacérselo a los demás llegando a enfadar al humano. Encima él no lo hace con mala intención. Es una muestra de cariño que no debemos castigar. Debemos corregir. Por eso, mejor evitar para no tener que usar medidas que supongan un enfrentamiento y desanimación para nuestro perro.

Cada vez que no queramos que haga una acción, pedirle que se siente y premiar, elogiar. No hay que castigar sus emociones. Es su manera. Su umwelt.

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