Un veterinario es mucho más que la persona que trata a tu perro cuando está enfermo.

En la actualidad tanto el veterinario como el tutor colaboran juntos para el buen estado de la salud de nuestro perro.

Buscar uno bueno. Al principio es difícil. Podemos hablar con compañeros, gente de refugios. Cuando muchos coinciden, esto es buena señal.

Una vez decidido. Ir a la visita. Conocer al veterinario y su equipo. Observar cómo actúan, si son amables y muestran buen trato con con nuestros perros. Si tienen soltura y conocimientos rápidos y también si estudian y se toman interés por el problema del perro.

Conocer las instalaciones. Limpias, funcionales, luminosas, servicios dentales, de urgencia.

Si siempre le atiende el mismo veterinario estará más cómodo. Observar si a nuestro perro le gusta. Si no le gusta y no sabe cómo atenderlo, no es buen lugar.

Procura no llevar al perro solo a las revisiones o vacunas. Haz visitas cortas para que se acostumbre al lugar. Saludos, que le den premios.

Procura siempre su bienestar.

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