Para mantener limpio al perro e incluso evitarle excesivos baños que puedan alterar su manto lipídico de la piel,lo más importante es el cepillado. Con el cepillado conseguimos arrastrar y eliminar suciedad, pelos muertos y activar la circulación sanguínea. Esto hará un pelo más sano, limpio y con brillo.
Además al perro le gusta pues es como un masaje que no realizaremos con brusquedad, fortalece nuestro vínculo y podemos encontrar anomalías como bultos y parásitos.
Cada perro tendrá su cepillo porque cada perro tiene un tipo de pelo. Será un cepillado tranquilo, ameno en el cual podemos hablarle para tranquilizarle y hacer de este momento algo agradable y que le guste. Así lo convertiremos en una más de su rutina. Una rutina divertida e higiénica.
Si quieres, puedes pasar una toallita húmeda perfumada y desinfectada , que remate la faena de limpieza dándole más brillo y suavidad al perro. Sobre todo después de un paseo lluvioso.
M. Garblan